A tan sólo tres semanas de las vacaciones de Navidad veo pasar los días a una rapidez alucinante. Dentro de nada estaremos en febrero, y entonces, habré acabado por fin los exámenes. Cada día que pasa pienso en que es un día menos para el ansiado momento en que aparque los libros, a los profesores que jamás quiero volver a ver y pueda por fin hacer las prácticas. Porque este año, el curso "acaba" en febrero. ¡No tendré que ir más a clase obligada! Y eso, no tiene precio xD
Un profesor nos dijo que a los que no quisiéramos ir a clase no nos lo iba a poner nada fácil porque para ser no presencial ya está la UNED. Pues como dijimos más de uno, que nos pongan Magisterio en la UNED y nos iremos encantados. Me parece la repera que pasen lista en la universidad, que nos dicten como si fuéramos alumnos de primaria y que nos traten como si fuéramos incapaces de hacer absolutamente nada por nosotros mismos. Denigrante. Por todo esto, entre otras cosas, deseo con todas mies fuerzas que lleguen los exámenes, para terminar, para dar por zanjada otra etapa más de mi vida que preferiré seguramente no recordar. Y la gran pregunta se acerca así cada día más... ¿Y después qué vas a hacer con tu vida? Pues no lo sé.